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10 consejos para reducir tus desperdicios alimentarios

Hoy, 26 de noviembre, se celebra el primer Día Nacional contra el Desperdicio Alimentario, impulsado por Unilever España con el aval del Ministerio de Industria. 

El 80% de los españoles confiesa desechar comida habitualmente (el 17,5% asegura no hacerlo nunca), y más del 90% calcula el valor de lo desperdiciado en un máximo de 40 euros, cantidad que al año rondaría los 500 euros. 

Además del ahorro económico que le supondría a una familia el consumo adecuado de los alimentos, esta iniciativa busca minimizar el impacto y las presiones ambientales que provocan estos residuos.

El proyecto pretende concienciar al consumidor para que cambie sus hábitos a través de pequeñas acciones, ya que un 40% de la comida que se tira a la basura procede de los hogares. ¿Como evitarlo? Toma nota de estos consejos.

1. Compra solo lo que necesites

La palabra clave para evitar desperdiciar es 'planificación'. Si no compramos más comida de la que necesitamos, no tiraremos nada. La lista de la compra tiene que sustentarse en un menú semanal, pues es muy difícil calcular qué vamos a comer en un espacio de tiempo mayor. Si estamos acostumbrados a hacer grandes compras mensuales, estas deben contener en su mayoría productos no perecederos. Es mejor adquirir los productos frescos con poca antelación. La carne o el pescado no aguantarán en tu nevera más de dos o tres días, y cualquier descuido hará que el filete que compraste acabe en la basura.

2. Mantén una alimentación saludable

La programación de las comidas debe tener en cuenta las pautas establecidas por los nutricionistas para una correcta alimentación diaria. Cinco comidas es el número adecuado: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. También es muy importante ingerir entre tres y cinco raciones de fruta y verdura al día. 

2. Mantén una alimentación saludable

La programación de las comidas debe tener en cuenta las pautas establecidas por los nutricionistas para una correcta alimentación diaria. Cinco comidas es el número adecuado: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. También es muy importante ingerir entre tres y cinco raciones de fruta y verdura al día. 

5. Cuidado con los congelados

En el supermercado se deben coger los alimentos refrigerados y congelados en último lugar, de esta forma, se evita romper la cadena del frío y se alarga la vida útil de estos productos. Vigila, además, el estado de tu congelador: la temperatura de congelación internacional fijada para la cadena de frío es de -18ºC, la ideal para impedir la proliferación de microorganismos.

6. Organiza bien tu nevera

La colocación de los alimentos en el frigorífico y en la despensa también influye. Normalmente, se suelen consumir los productos con una fecha de caducidad más tardía porque los situamos al principio cuando distribuimos la compra. Estos alimentos deben ubicarse al final, detrás de los más antiguos, y de esta forma evitaremos desperdicios.  

7. Vigila las sobras

A la hora de cocinar también se deben cuidar las cantidades, pero si la planificación del menú semanal ha sido correcta y la compra se ha realizado siguiendo una lista, será más fácil. Hacer comida extra puede ser una buena opción si se ha contemplado en la programación semanal o se van a congelar las sobras, puesto que ahorra energía y tiempo, pero si, por ejemplo, vas a irte de viaje, el resto de tu guiso acabará en la basura.

8. Ante la duda, congela

Si la planificación de tu menú semanal fracasa y ves que vas a ser incapaz de aprovechar toda la comida que has comprado, congela los alimentos antes de que sea demasiado tarde. Para una mejor conservación, trata de guardar los alimentos lo más secos posible (siempre van a estar húmedos, pero mejor que no estén chorreando) y en un envase adecuado: papel de aluminio, film o bolsas para congelar. La mayoría de alimentos pueden congelarse sin problemas, la única excepción son las frutas y verduras con mucha abundancia de agua, que sí se estropean. Los calabacines, cítricos, melones, sandías y manzanas nunca deben pasar por el congelador. 

9. Pide tu comida para llevar

En España se tiran 63.000 toneladas de comida en los negocios de restauración cada año. Para evitarlo, es importante tener en cuenta el tamaño de las raciones, las guarniciones e indicar al camarero si no se tiene mucho apetito para que preparen una ración más pequeña. Si pese a esto sobra comida, recuerda que puedes pedir al camarero que te ponga las sobras para llevar. Se trata de una costumbre cada vez más extendida y que beneficia a todos. 

10. Sé creativo

Después de comer podemos congelar las sobras o reutilizar los restos de comida para preparar otros platos. Un buen ejemplo es preparar croquetas con el pollo asado que no acabemos, pero hay miles de alternativas. Algunos de los platos más tradicionales de nuestra cocina, como la ropa vieja, se han preparado toda la vida con los alimentos que sobraban. El único límite para no tirar comida es tu imaginación.

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